23 de abril de algún dos mil

No se cuándo empezamos esa costumbre,
tan solo que, el primer título fue "El niño con el pijama de rayas".

Compartimos lectura y también la tristeza de esas líneas.

No fueron muchos años, ya que después volé del nido.

Guardo esos dos libros o tres, 
cuando los releo, 
vienen sus comentarios a mi mente.

Comprábamos solo uno, pues las dos queríamos leer el mismo.

Esta mañana me he levantado con ese recuerdo,
en lo que leía en compañía de un café.

Cada vez reconozco más conexiones infinitas con ella.

Me siento agradecida.
Porque vives.



-Marazpu.

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