Líneas paralelas

…busca soñar algo bonito cada noche y extiende ese deseo alrededor de sí mismo. Todo el mundo anhela que confíen en ellos. Todo el mundo espera un golpe de suerte. Cada uno quiere creer en relaciones perfectas, donde todo funcione en armonía. La verdad  de estas conexiones no es apta para todos ya que…todo el mundo, camina ciego y miente. Todo el mundo olvida que hay que soñar todavía más cuando se está despierto, pues es cuando podemos hacer material una aspiración y  no por ambición, si no por no olvidar nuestro objetivo.  Sobre los golpes  a la autoestima… primero se debe confiar en uno mismo, lanzar la mitad de nuestra integridad a un abismo sin dudarlo, para dar paso a que los demás puedan ser parte de nosotros. Los golpes de suerte, ay amigo, que decirte; tan sólo el trabajo y la constancia acercan a esa fortuna, que no regalarla. Y para tener relaciones perfectas, hay que hacer rodar por el suelo todas las verdades que hay que confrontar previamente para crear unas bases fi

A veces las personas convertimos a los otros en ladrones de energía. A veces hacemos sentir un estorbo entre tanta fachada bonita, las cuales no se alcanzan a ver por estar delante de ellos dándoles lo mejor de nosotros de manera equivocada... ¿locos de nosotros?, ¿inconscientes sin fondo? o ¿sadomasoquistas de la búsqueda de hacer del mundo un lugar mejor?. Ignorantes ambos, empatía no repartida en ambas direcciones; ya que a veces no sabemos lo que ocurre en la otra parte que nosotros controlamos y conocemos, enviando así mensajes que destruyen y al revés, no dejamos al tiempo que se exprese por nosotros...así es como la vida es un contínuo bucle de idas y venidas. Al fin y al cabo, un día tú te ubicas en la posición de decidir y otras, la actitud del resto te gobierna e impone cómo debes sentirte. -Clip.

Llega a estas alturas, como un viajero en el tiempo…descolocado, atontado, vagabundo de besos y abrazos que alguna vez le fueron dados pero que ahora ya son extraños. La sensación de despertar rodeado de mantas alborotadas, el pijama mal puesto, el sol entrando por la ventana y la ruidosa alarma que avisaba de que empezaba otro espléndido día del que disfrutar juntos... Unida a esa sensación, los recuerdos de las jornadas erróneamente comenzadas, que nadie tuvo el valor de detener para reiniciarlas; evitando que se desarrollaran abocadas a estrellarse sin frenos. El pasar a por ella  tras el trabajo, sin una pizca de gana, como una rutina que le dejaba sin aire. Besar como el que ya se había cansado de encontrar en esa persona, la mejor de todas las que se había podido descubrir. El haberle hecho guardar cada conjunto de ropa interior, para una ocasión especial…el haberle hecho elegir una canción que les identificara para tener una excusa y salir a bailar, el no agotar el poc

Mi cabeza me pedía contenerme, pues no percibía los movimientos de mi corazón para asegurarse de que todo lo que antes sentía, seguía estando ahí y no había sido eliminado por un flechazo instantáneo. Sentía como el miedo le bajaba las pulsaciones, como el recuerdo de sus manos tocando las suyas, le hacían olvidar la inseguridad que vivía ante sus ojos en ese instante. Pero al igual que el café se refugia en una taza, los labios de ella se cobijaron en los de aquel sujeto, ajenos a su historia. Supongo que en ese segundo, ella me olvidó para siempre, ignoró como yo latía por ella cerca de su cuello, como la buscaba aunque sólo fuera para sentirla cerca... ahora yo, ya no era más que un olvidado perdedor. -Clip.

Tiempo: creado para hacernos esclavos de nuestro único momento, el presente y de nuestros sueños e ilusiones que quedan postergados a un mañana que nunca se materializa. Espejos que se rompen a través de los juicios inyectados en nuestras venas que nos intoxican como veneno. -Clip.

-“Espera un segundo…." -"¡Tengo que contarte muchísimas cosas!”. -“Concédeme un minuto". -"Nada, una tontería que me ha pasado”. -“Regálame una hora…" (silencio). -“Dame un día…"(silencio acumulado). Y a ese día súmale un día y otro día más… Así el silencio creó el infinito y de este modo el silencio se estableció como la mayor distancia entre las personas. Ese silencio en el que parece que no vale recuerdo alguno que le haga a tu juicio anteponer lo vivido a lo que queda por vivir, que no colabore tu cronología vital a entender que es imposible seguir a todos a la vez por el callejón ancho y que los semáforos en rojo son las esperas, los fracasos y las dudas que nos llevan al semáforo en verde que es cuando la vida deja vivir y respirar al mismo tiempo sin que duela. Los momentos para estar ahí, no son todos… ya que nos empeñamos en extorsionar al recuerdo, queriendo que nos recuerden siempre… aunque sea complicado no pensar y