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Mostrando entradas de diciembre, 2016

Where my loves goes

No sé si alguna vez leerás y podrás entender lo que aquí escribo. Tampoco sé si conocerás mis más extrañas manías y mis pequeños-grandes miedos. No lo sé.  Tan sólo sé con certeza que estás aquí... que en algún momento, tras poner mi corazón en lugares donde quedaba pequeña o grande, tras intentarlo donde me obligaba a repetir las lecciones a medio aprender o ya aprendidas... de pronto tropiezo con un oasis  en mitad de este mundo, el cual  a veces roto y en otras ocasiones es fascinante , cuando logras refugiarme en tus brazos y consigues que haya extrañado cómo vibra tu voz en el transcurso de esa enredadera en la que nos convertimos. Quizás somos el resultado de todo aquello que antes nunca nos funcionó y que un día tras otro camina. Puede ser.  Sólo puedo decirte que te debo más de una sonrisa, por recordarme que tengo unas alas, por dejarme ser. El mejor regalo para poder acabar el año fue saber que es lo que quiero a mi lado...ojalá puedas ser tú. -Clip.

Vehemencia

El día que se miró en el espejo y no se encontró. Como si su parte física tuviera dificultades para proyectarse o haya decidido abandonarle. Se mira así mismo, siente que se toca los hombros, su cara, por debajo de sus ojeras... si, está ahí, aunque no se observe ni perciba completo.  Alguna parte no volvió para encajar de nuevo tras el Big Bang y siente que sin ésta no puede seguir, pues se convirtió en un ser incompleto. De pronto las cosas que dan más frío son las que dan el mayor impulso para salir corriendo, pudo  encontrar las fuerzas para darse la vuelta e implorarle: -"Devuélveme esa parte, no por volver a ser contigo, si no para poder a volver a beber los vientos por mí, por favor". -Clip.

Notas en sucio

Llegó con la amenaza de quedarse para siempre.  Que con la mínima aparición de lo que nos provocaría caer en el vacío, sería su momento para asaltarnos y dejarnos K.O.... bonita manera de adquirir una rutina, de hacernos esconder aquello que a cada paso que damos queremos afrontar y que sin embargo, algo nos ata por cinco segundos, parando de nuevo nuestra vida en seco. Como alguna vez ya pasó. Gracias incertidumbre, enemiga de todas mis historias. -Clip.

Montaña rusa

Automatizo la lista. De marzo de aquel año hasta septiembre del anterior... de finales de ese septiembre hasta los comienzos de otro templado (para la piel), pero frío (para el corazón) diciembre. Y volvemos a iniciar el camino... enero sorprende hasta que cayó con la resaca del carnaval. Siguió para recuperar la maldita primavera que dice la canción, a golpe de simulado amor para mezclarse con el despertar caluroso del verano. Y ahí se pierde la cuenta de cuántas veces puso al corazón a mil revoluciones, a punto de estallar de emoción ante todas las posibilidades abiertas que existieron. Finalmente era pasar de un "a punto de explotar" a una espera. De repente decide bajar la vista, divisar esa serie de guiones que eran demasiado frívolos para su corazón... quiere bajarse de esa montaña rusa de emociones, de ese desconocimiento de cuando el mecanismo decidirá dar un giro inesperado para, de repente, proyectarle junto a millones de confetis que sobrevuelen su cabeza.