Stamina
Me quedo fuera fumando. Dentro está sólo el murmullo de las máquinas que me aturden y no me dejan rescatar recuerdos con tranquilidad. En ese abismo breve de soledad, tan sólo recuerdo cómo viví la primera nevada y la última estancia enredada en tu bufanda tejida de caos. Primer acto (ventana con ventana. Ambos separados por un delgado muro. Dos mundos separados en otras vidas, dos que se comprenden, que se contagian paz... y entre mis dedos el cigarro que me empujó a romper mi lista de propósitos de nuevo año a tan sólo día tres de enero). -Esta es la primera nevada fuerte del año, ¿no?. Ese interrogante me hizo pensar que por mucho que hubiera pisado fuerte la nieve por el camino que lleva a tu casa, el deshielo volvería amenazante, evaporando todo; así como mi corazón se quedaría en una sístole eterna que le impida llenarse de nuevo de ti, como sentir que el anexo a ti se expande por el universo y se pierde en alguna galaxia que ya no nos pertenece. A ti que al f