Líneas paralelas

El simple soplido hacia una vela puede transformar sueños en cenizas. Notar que la vida es aquello que mientras se percibe cómo se está agotando, nosotros cerramos bien nuestras manos para no dejar escapar el roce de lo que nos da sentido, nos hace ser quienes somos. Esa razón, rumbo, dirección y final que nunca sabemos cuando encontraremos. Nunca somos conformistas, pocas veces damos gracias...nunca olvidamos. Nos negamos seguir encontrándonos en otros, racionalizamos nuestra soledad hasta creernos nuestra propia mentira, sublevamos nuestros deseos por otros que no son lo que buscamos, fijamos la idea de la imposición negativa en nuestro camino, deambulamos ciegos y sin lazarillo. Fijaciones que dependen de variaciones que transforman el destino, aquello que destruye esa seguridad y corrompe el ritmo de querer pensar que pocas cosas nos pueden devolver ilusión cuando en el fondo lo que queremos gritar es un “te quiero aquí a mi lado”. -MissClip.

Antes de llegar el final del mes vio la imagen real de lo que es ilusión, o lo que provoca que aparezca. De esto fue consciente mientras veía pasar el tiempo entre los folios, caras turbias y un ambiente que se palpaba inquietante. Todo aquello le hizo detener su mirada unas filas delante suya. Ahí se encontraban todas las palabras para describir la ilusión de vivir el día a día sin que nunca sea un simple hecho de sobra conocido. Vio como dos personas, por culpa de la hora punta de la biblioteca no habían encontrado un sitio donde ponerse juntas y acababan sentadas por separado. Nada le habría llamado la atención sobre ese hecho, si a las pocas horas uno de ellos no hubiera decidido llamar por teléfono al otro para que pese a que se tenga que tener el móvil en silencio en la gran sala, hacerle ver que le conoce de sobra y sabe que tendría el móvil con sonido. Todo eso pasó delante de sus ojos y aunque notó que el joven pasó vergüenza, el otro consiguió sac