Líneas paralelas

Tengo miedo. Y no es a la oscuridad o a perderme al volver a casa.  Siento temor del real... del que se experimenta tras haber caído, levantado y seguido... del que te hunde al no comprender lo injusto, de ese que tan sólo te da para querer volver a ser pequeño y pelear en otra dimensión más accesible.  Se escapa de mi control el sabor que contiene mi boca a intranquilidad,  el permiso libre que tiene la idea de no verte más (donde hace una hora y media estabas) para navegar a sus anchas. Pues lo siento, estás junto a mi sueño, respirando en esta oscuridad. Esta quimera que cada vez tiene un poco más de ti y que acumula las sensaciones de tu sosegada pero constante presencia.  Y he aquí mi mayor miedo, afrontar las trampas que le estoy haciendo a mi corazón para convencerlo que deje entrar tus abrazos cargados de fuertes interrogantes.  -Clip.

Hay fragmentos de nuestra vida que requieren de un infinito amor para ser la repuesta que buscamos. El final de la vida me lo imagino cuando ya no te queda ni un poco de amor, cuando ya no puedes perdonar y la rabia te llena, no pudiendo actuar desde lo grande de tu alma: la humildad. Supongo que quien logra entender la vida a través de otras miras, otras suelas de zapatos... puede alcanzar una paz que transmitir rompiendo las barreras. De repente me planteo dónde nacen todas las cosas que me siguen dando terror, de dónde radican las situaciones que no he logrado tras dos décadas y un rato más, superar. Hoy o no sé en qué momento... encontré parte del secreto o al menos el primer paso. Y es pensar en ese personaje oculto en nuestro día a día: Ahora. Hasta este momento no había tenido el placer de sentarme con él a hablar de frente con mi taza cargada de negra cafeína y que me expusiera sus teorías... tras escucharle, veo que es cuestión de tramitar las soluciones, no los probl

Mi cabeza está llena de palabras que no quieren hablar. Me observo como un nómada en el tiempo, me encuentro desconocido, ajeno a las calles que cruzo. Hoy escribiré, pese a no saber cómo organizar las palabras, ni sentir cómo he de acomodarlas. No es fácil. No sé ni cómo encontrarme, sin embargo espero que alguien dé con este punto del naufragio. Supongo que quiero salir a flote, esparcir las partículas de arena de mi bolsillo y continuar respirando el momento. Quizás este momento no coincide con el tuyo, aunque podría intentar alinear mi estrella con la tuya, podríamos correr el riesgo y catar a qué sabe tu confusión con la mía, barajar nuestros posibles comienzos, los encuentros casuales, sentir las palabras edulcoradas de tu continente y el mío... y si acabarse debiera.... acordar el desenlace, para de ahí ser devuelto a al mar abierto al que me devuelve tu amor cada vez que no te hallo. -Clip.